¿Un virus en el aire? ¿Nuevas variantes y mutaciones?
¿Máscaras y distanciamiento social “para estar protegidos”?
¿Cuántas dosis de inyecciones se necesitan “para estar protegidos”?
Tú, ¿en qué crees? ¿Crees en los medios de comunicación? ¿En lo que dicen las noticias? ¿Cuestionas las narrativas oficiales? ¿Cómo distingues la verdad de la mentira? Ha llegado el momento en nuestra historia en que la pura verdad saldrá a la luz, ya no hay lugar para mentiras o semi-verdades, es necesario estar preparados para asimilar y digerir lo que está pasando y lo que viene.
Yo observo los medios de comunicación y me sorprende ver los métodos que usan para influir en las decisiones y hasta en los pensamientos de las personas, sé cómo funciona la mercadotecnia y la publicidad en el subconsciente, aunado a que con el ritmo acelerado en estos tiempos modernos, la mente humana es muy fácil de manipular… por lo que es sumamente relevante que observemos el impacto en el subconsciente individual y colectivo que ha generado el marketing con el que se ha promovido esta “pandemia”.
¿Cuál crees que sea el impacto en la mente de los miles de panorámicos en cada esquina con la gente despersonalizada con una tela en la boca? ¿El impacto de escuchar cada 5 minutos en la radio el número de muertes, el número de contagios? ¿Cómo crees que impacta esto en el desarrollo de los niños y niñas? ¿Crees que toda esta publicidad es por altruismo y amor por la humanidad? ¿Para que nos cuidemos?
Estas campañas publicitarias están basadas en el miedo y no en la salud. La narrativa oficial está llena de miedo por donde la veas: “No salgas, no abraces, no toques, no hables… ¡no preguntes! ¡no cuestiones! Sólo obedece, nosotros te cuidamos y te diremos cuando sea seguro salir.” Esto no es algo paranoico, es justo lo que está pasando.
¿Qué hay detrás de todo esto? Yo veo organismos mundiales, gobiernos y megaempresas farmacéuticas que carecen completamente de integridad moviendo las piezas en un tablero, esperando que la humanidad asienta su cabeza, aceptando cualquier idea que estén promoviendo sin hacer preguntas.
Mi intención con esta publicación no es generar controversia ni división, sino simplemente plantear algunos cuestionamientos lógicos en base a lo que veo que está sucediendo, aluzar las esquinas de esta situación y asegurarme de estar viendo el panorama completo para generar una honesta opinión, porque yo lo que veo es que colateralmente a todo lo que está pasando, la libertad de expresión, libertad de opinión y libertad de pensamiento entorno a este tema cada vez se está restringiendo más y más… he visto opiniones que incitan al maltrato en contra de aquellos que piensan diferente… lo peor es que hay gente que lo aplaude o lo justifica. Una parte de la humanidad está decayendo con esta pandemia y no tiene nada que ver con la salud ni con el virus, tiene que ver con la consciencia. Una sociedad sin consciencia está destinada a la perdición, no podemos permitir que estas programaciones nos hagan ciegos o sordos.
Esto es muy serio… el juego que están queriendo jugar está cruzando una línea que atenta directamente en contra de la libertad, no puedo pecar de inocente y actuar como si no tuviera un criterio personal, una intuición, ¡ojos u oídos!
Lo más triste es ver cómo esto transforma a muchas personas y se vuelven defensoras de sus creencias (cualquier que esta sea) al grado de perder por completo el respeto y llegar hasta a querer lastimar a quienes piensan diferente… o simplemente criticarlos sin sentido y verlos como si fueran el enemigo. Presta atención a lo que está pasando… observa con calma, con detenimiento y reconecta con tu intuición.
La salud está directamente relacionada con la energía que sostenemos en nuestro cuerpo… no en las máscaras, las inyecciones o en llenarme las manos de químicos cada 5 minutos. Si estoy estresado, angustiado y asustado todo el tiempo mi cuerpo va a estar en una tensión constante y será más fácil enfermarme de cualquier cosa, esto es algo lógico. Mucha gente está dejando de vivir realmente porque tienen miedo todo el tiempo. ¡No podemos permitir que nos quiten la paz de nuestro corazón o la dicha de vivir!
Hay un grado de normalidad en tener miedo a ciertas cosas, el miedo también nos enseña y podemos fortalecernos cuando lo vencemos, el problema es cuando alimentamos ese miedo sin medida, cuando la sociedad se encarga de que no olvidemos darle de comer a ese miedo, entonces hay gente que lo llena y lo fortalece… ese es el verdadero problema, porque se crea un monstruo que después es muy difícil de parar… y entonces cuando llega una opinión distinta o simplemente esta gente ve a a alguien caminar sin máscara, el miedo es el que responde gritando, maldiciendo y culpando a todos aquellos que “no siguen las reglas” de esta pandemia. Es muy triste presenciar como una parte de la sociedad se va convirtiendo en este “monstruo” que ni siquiera perciben.
Pese a todo esto y aunque hay una parte muy triste desenvolviéndose, la verdad no se puede ocultar, así de simple. Cuando sale a la luz rápidamente se ve cómo hay quienes tratan de cambiarla, de ridiculizarla o censurarla. Para mi eso le da más fuerza a la verdad y es una oportunidad para que más gente se de cuenta, ¿por qué estarán censurando esta información?
Tal vez habrá quienes crean ciegamente en lo que escuchan en las noticias o en ciertos personajes o instituciones con “prestigio”… pero esta es una invitación de introspección… porque yo pienso que la verdad resuena siempre en el corazón, es intuitivo, es natural sólo es cuestión de reactivar esa intuición si es que está desconectada.
Entonces… ¿qué sientes? Olvida todo lo que crees que sabes, lo que has escuchado, los videos que has visto… simplemente conéctate con tu intuición.
Puedes hacer este pequeño ejercicio y hacerte estas preguntas: ¿qué siento entorno a esta situación de la “pandemia”? ¿qué siento entorno a las máscaras? ¿qué siento entorno a las vacunas? ¿qué siento cuando veo que censuran fuertemente este testimonio? ¿cómo siento este testimonio? ¿cómo siento el plan que se está queriendo llevar a cabo? ¿Cómo siento la voz, el tono, la mirada de esta persona? ¿Qué siento con la intervención policiaca? etc. etc. etc. Más allá de generar un juicio con la mente y razonar, se trata de conectar con la sutileza de la energía y escucharla. Este ejercicio puede ser muy trascendente y entonces muy honestamente responderse uno mismo estas preguntas para tener claridad de pensamiento y por lo tanto de mis decisiones y acciones.
Si no hago esto puedo caer en una inercia en donde estoy dejando de cuestionar lo que está pasando y simplemente me voy con la narrativa de la mayoría… socialmente eso es lo más fácil, lo más cómodo, en donde no se ocupa mucho esfuerzo, pero… puedo terminar convirtiéndome en una máquina que ya no piensa, ¡que ya no tiene intuición! que va dejando de lado su corazón ¡y conexión con su espíritu! Un humano que se convierte en máquina es de lo más triste.
Yo personalmente no puedo ser laxo entorno a este tema y dejar que fluya un plan que atenta en contra de la libertad. Si estoy aquí voy a defender la libertad hasta el final.
Es evidente que estamos transitando por una etapa crucial en nuestra humanidad. Presto atención a la energía y a todo lo que me rodea… el medio tiempo ya se terminó, las piezas están en el tablero y el juego se está reactivando…
Yo creo que somos un mismo jugador en esta aventura y lo que sigue es reunir a todo el equipo para regresar a la unidad, para proteger a nuestros niños y niñas y recuperar la verdadera libertad.
Somos La Humanidad.
¿Qué está en juego?
La libertad. La humanidad. ¿Qué puede haber más importante?
Observo las piezas que se están moviendo y la “pandemia” es sólo una pieza más de un complejo rompecabezas, no es ninguna casualidad. Por lo menos me hago estas preguntas… si estoy aquí es mi deber cuestionar, si mi intuición está activada rápidamente va a detectar cuando están diciendo mentiras, cuando son títeres… es algo que se ve a simple vista. Ante mis ojos es cada vez es más ridículo con lo que salen en los noticieros y es muy evidente cuando empiezan a tropezar entre su propia red de mentiras. Mantener una postura conservadora ante la crisis que estamos viviendo es una contribución al lado enemigo, es necesario manifestar la verdad del corazón en nuestras acciones diarias y proteger lo que es sagrado.
La cuestión aquí es hacer un trabajo personal real y ser honesto con uno mismo sobre lo que sentimos, es cuestión de asegurar una vida en libertad para todos e identificar cualquier energía enemiga que quiera imponerse, que nos quiera dividir, enemistar y manipularnos a través del miedo.
He escuchado a muchas personas decir: “me puse la vacuna pero yo no quería, ¡me obligaron!” Nadie te puede obligar, te van a presionar, van a cerrar fronteras, van a querer restringir el acceso a muchos lugares y van a poner muchísimas trabas en el camino para que lo hagas… pero debes permanecer fuerte y fiel a lo que sientes, este no es momento para tomarse a la ligera estas decisiones. Si sientes que no debes de ponerte esa inyección entonces no lo hagas, así de simple, nunca vayas en contra de lo que siente tu corazón.
Si te pusiste la inyección y no te sientes cómodo con el camino que están trazando en donde quieren impulsar múltiples dosis… ¡entonces deja de participar en esa dinámica! Mucho menos lo promuevas si tienes dudas y menos hacia los niños y niñas, que son los que más hay que cuidar. Esto no es un juego de azar.
Si te pusiste la inyección y te sientes convencido de que es el camino correcto y no tienes problema en reforzar las dosis el número de veces que te digan, entonces… sigue por ese camino, buena suerte y respeta a aquellos que piensan diferente, sin imponer tu criterio sobre los demás.
Si no te pusiste la inyección simplemente porque no te hace sentido hacerlo, permanece firme y fiel a lo que sientes, ¡no estás solo por más que quieran hacerte creer lo contrario! Van a querer hacerte dudar y presionar por muchos lados, siempre sigue tu corazón.
La decisión es personal, nadie se debe de meter con nadie y debemos de saber respetar estas decisiones ajenas. No nos convirtamos en orcos comiéndonos unos a otros, queriendo cambiar y controlar a los demás, perdiendo completamente el piso hasta llegar a la violencia. Haz tu investigación y siéntete seguro con lo que sea que decidas… pero no lo hagas por presión, o por seguir con la inercia automática de lo que está haciendo “la mayoría”, por miedo o por angustia… lo que sea que hagas hazlo con paz en tu corazón y con la convicción de tu espíritu. No permitamos que nos quiten nuestra humanidad, que nos dividan y nos hagan pelear unos con otros.
Con el poder del espíritu no se pueden meter, no tengas miedo, siempre es buen momento para corregir el rumbo si así lo siente tu corazón. Estamos juntos en esto y entre todos nos cuidamos.
Es tiempo de activar y seguir la intuición.